el material
con el que se hace
la plegaria
es un tejido vasto y traslúcido
terco como la noche
terco como la lenta
vanguardia de la noche
salvo la voz que cavila
todo es real
tu silencio no cuenta
es más eficaz
que ese goteo de la aurora
la palabra no se enciende
mientras la noche sigue
armando tramoyas
apaga la casa
exhaustos los anhelos
te buscan sin ganas
bienhaiga oscuridad
nodriza cortesana
la palabra ya no viene
sino como ectoplasma
de cosas queridas
tu cuerpo por ejemplo
sostiene la penumbra
desde un ajustado jubón
de azahares
el caos molecular
de la madrugada insiste
tu pecho encañona
el ábside hacia mí
la noche entera
tus ojos en cambio
por ejemplo
me miran como quien mira
el tizne
la película nívea
del cuarto alquilado
y nosotros hartos
de la felicidad de los zaguanes
listos para saltar del todo
como si al alba lloraran
estas hojas
espejos infieles
luz menesterosa de cuartos
de hoteles baratos
donde se dejan olvidadas
cosas sin jugo
una brizna un instante
un añico
metralla
irrisoria de abrazos
la paz transitoria
que de paso
embarra el ahora
mejora el pasado
y está bien que así sea
si es que así son las cosas
no digamos nombres
al nombrarlas
mejor así
que la mañana venga
y las multiplique
todo secreto es accesorio
va y viaja en tropel
como el olvido
yo te quise creí
te quería
al menos me jactaba
de sufrir en tu nombre
en tu ausencia
pero no viene la palabra
y me mirás
como quien mira
una anomalía
en la nave desierta
como si fuera
una hoguera lejana
un chasquido mudo
un cuete sordo
de luz mala
me mirás como si fuera
una ventana entreabierta
y afuera lloviera
como si mi contorno
fuera marea en la noche
sin luna
como si hubiera pasado
un mes desde la última
vez que tampoco me viste
yo te creí te juro
te creía le creía a tu voz
al color de tu voz
la tersura áspera
la carraspera
al comienzo de cada
frase la lisura al final
de un fraseo sin aristas
ahora esa mirada exclama
sombras o ni siquiera
el arco impersonal
de las cejas es el mismo
oteando hacia el valle
de los años
como si hubiera caído un deseo
y a falta de estrellas
pidiéramos agujeros
la próspera caída
entre dos parpadeos
otra vez que te vi
te veía
estábamos apalabrados
no era una ciudad cualquiera
los telos se llamaban
albergues transitorios
regenteados
por una máquina
con acento andaluz
un tragamonedas oxidado
que daba pases
a celdas rojizas
mentoladas
para que al fin de cada
turno sonara
una chicharra saltara
en los videos la púa
del continuado
como si fuera evidente
que afuera la espera
los trenes
la ausencia de gente
me mirás
e invisible mejor
inexistente
me veo pupilo
en la esfera perfecta
en tu córnea felina
soy solo reflejo
como si fuera verano
y afuera cayeran
gotas aparentes
me diste hijos
me dabas hijos
perfectamente
torneados y mansos
cada tanto promesas
de próximos encuentros
consejos para el cuidado
de la lechigada
no tengo palabras
no llegarán a tiempo
la sangre en el ojo
sólo ve sangre suelta
no me di
no me daba cuenta
de dónde salían
los vástagos
vi tu cuerpo
había visto tu cuerpo
cambiar de forma
de órbita
miles de veces
me vas borrando
parece
que me miraras irme
soy planos sin gesto
soy brisa casi nada
como una estrella apagada
que sólo aparenta
seguir figurando
una noche en la boca
te encontraron
te encontraba cualquiera
bajo el puente
una camisa ombú
bien colmada
persuadía a los estibadores
a punta de poesía popular
catequismo violento
de huelga
pantalón carpintero
y el seco nosotros sin ese
del partido obrero
y aunque no eras el cuerpo
que hallaron
en consigna
en consigna
fue estandarte
al menos
al menos
llevaba o llevó
o lleva tu nombre
hasta la última piedra
de la apacheta
pensé que me decías
algo así como que
mi talento
no estaba a la altura
de mis ambiciones
pero no
esa voz es la mía
vos callás vos mirás
hacia algo
detrás de mí atra
vesándome
puede ser que amor
así entendido se escarche
en la madera más noble
ahora es una carta de tarot
parada ante mí
sosteniéndonos el libro
de los secretos
si te vieras mirarme
prescindiendo de mí
disolviendo mi aura
en las pintas del aire
me estás mirando
y presiento que pienso
está ciega
está dele mirar para acá
como si fuera afuera
que las cosas pasan
porque tus ojos
zarcos son el blanco
porque tus ojos
tercos no me aspiran
no marcan no leen
no registran
la huella del ser
de un haber sido
me dejan de muestra
de ristra de fondo
vieras tu mirar hueco
qué se cree
qué órgano insolente
le inspira esos perdigones
de indolencia
mirás como si una
miopía capciosa
te mal llevara
como si una
lectura fractal
me descoyuntara
o más bien
o más bien
me hiciera trizas
me hiciera
huir lejos del altar
huir lejos del altar
del presente
me mirás
y me veo en el iris
de un milagro zoológico
que debería enfocar
hacia mí y en cada
pestañeo el aletazo
hueco me hiere
sustituye