Reliquias














¿cómo es que tus labios conservan lo rojo
si el lábaro inerte de la célula
reducido a su prisión arterial
ha abandonado toda voluntad de flamear en tu boca?

ante tu cuerpo occiduo repaso tu belleza
que no hace blanco en nada
que llueve en pareja danza todavía
viene a mis labios la canción que silbabas a la siesta
ya mesándote el pelo ya mondando naranjas
palpo y silbo y sigo silbando mientras palpo
desde los barrios bajos humedecidos por la sombra
hasta los techos de tetillas rosadas de los templos del centro

no lo noté viviendo dentro
creía que ni enormes catástrofes seglares
caprichos de la tierra o del agua podrían sepultarte
yo que fui el más ferviente vecino de estos barrios
observo desolado tus plazas y esa fuente seca que daba hijos

mucho menos que de besos
que de frases no dichas
que de gestos no impresos a tiempo
se deja ahora engañar la memoria
ya son cuadras y cuadras luctuosamente tiesas
calles a contramano de la suerte
dejadas a la buena de dios –mera desidia
¿pero qué hay de las tuyas dejadas semiabiertas inscritas?
ya todo estuvo antes –me digo– sugerido y manando
en los senderos de tus palmas (lívidas ahora como esporas de alpaca)
sé que a nada ni a nadie servirá la lectura de esas tardes
–aún con los pulgares siguiendo el derrotero–
detalladas con sus nimias alegrías inútiles

sin embargo
si pudiera aplicarme a la autopsia de tus detalles
si poseyera el pulso del arúspice
el pausado latido del taxidermista para a la vez situar
seleccionar aislar y acaso entonces comprender
las directrices del genio de tus poros: tramando siempre superficies
para el roce para la caricia del paseante inventando combinaciones
inagotables de delicias para el privilegio de los ojos
no sé qué haría salvo lucir esa cartografía de tu piel
como mantel en la vigilia sábana en el insomnio y espejo en el sueño
y acaso entonces posponer
arrebatarle un ratito a la tiniebla el mapa del tesoro
un rato antes del primer gusano

si no fuera yo también a morir
hendería tus heladas planicies y como bibliotecario
guardián de reliquias archivaría tus páginas
tus textos epidérmicos clasificados por barrios y avenidas
y zonas de vacío mnemónico y parques y fuentes
si no fuera yo también a morir tatuaría mi nombre en un rincón
o en el reverso de esos cueros